(...) "Las nubes de la noche durmieron sobre el pueblo buscando el calor de la gente. Ahora está por salir el sol y la niebla se levanta despacio enrrollando su sábaba dejando hebras blancas encima de los tejados. Un vapor gris, apenas visible, sube de los árboles y de la tierra mojada atraído por las nubes; pero se desvanece en seguida. Y detrás de él aparece el humo negro de las cocinas, oloroso a encino quemado, cubriendo el cielo de cenizas. (...) Las luces se apagaron. Entonces una mancha como de tierra envolvió al pueblo, que siguió roncando un poco más, adormecido en el calor del amanecer"
Hemos disfrutado mucho con esta lectura y yo - en particular -
la tengo entre mis favoritas, pues las características que el autor involucra en cada uno de los acontecimientos creando sensasiones que poco a poco nos permite entrar de lleno en la narración del cuento. La trama gira en torno a los saltos de tiempo que por cierto son justificados -analepsis- pero a su vez se puede plantear una prolepsis pues es cierto que la historia empieza en el pasado y repentinamente nos narran desde el "futuro"; todas estas características están en mútua relación con la voz narrativa que pasa de ser narrada en tercera persona y muchas veces se convierte en un "yo" protagonista. A todo esto le quisiera añadir la relación entre el relato inicial que por cierto lo he puesto líneas arriba, con el final, que por cierto lo leerán en unos segundos............"Después vino la oscuridad. Esa noche no encendieron las luces, de luto, pues Don Justo era el dueño de la luz. Los perros aullaron hasta el amanecer. (...) Y las campanas estuvieron doblando a muerto toda la noche, hasta el amancer, hasta que fueron cortadas por el toque del alba"
Daniel Godoy
DaGo 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario